Ayer domingo sucedió algo extraño. Leía el periódico y en la misma sección, en la misma página, decía: Muere ciclista atropellada en Lomas de Chapultepec. Esto yo ya lo había vivido, era un domingo también, y resonaron en mis oídos las palabras de Areli en la colocación de la bici fantasma por Liliana Castillo: “Esta es la primera y esperemos que sea la última bici fantasma que coloquemos”.¡Lamentablemente no fue así!
Más tarde me puse analizar mentalmente el lugar del accidente, y recordaba un paseo bastante concurrido, un sábado con las BiciEllas: ese punto es mortal. Es el lugar donde la ciclopista cruza la lateral de Periférico después de descender por un puente con pendiente bastante pronunciada. Comentando el punto con otros ciclistas, coincidimos en que la pendiente requiere algo de experiencia y muy buenos frenos, que sólo es apta para bici de montaña. De hecho, ese tramo de la ciclopista es una adecuación de un puente peatonal de los años sesenta, cuando la lateral del Periférico no existía.
Estela -ese era el nombre de la ciclista- pensó que quizá la ciclopista era un lugar, como su nombre lo indica, especial para ciclistas, que ahí estaría protegida, tristemente nadie le dijo que no se puede confiar ni siquiera en el nombre de las cosas, que el gobierno del DF tiene en poco la vida de los ciclistas y que la ciclopista recreativa de la ciudad de México desemboca ¡en una vía rápida!
Sentimos profundamente la muerte de Estela, una ciclista que posiblemente era inexperta, pero exigimos se aclare quien es el responsable del criminal trazado de la ciclopista y se finquen responsabilidades.
Más tarde me puse analizar mentalmente el lugar del accidente, y recordaba un paseo bastante concurrido, un sábado con las BiciEllas: ese punto es mortal. Es el lugar donde la ciclopista cruza la lateral de Periférico después de descender por un puente con pendiente bastante pronunciada. Comentando el punto con otros ciclistas, coincidimos en que la pendiente requiere algo de experiencia y muy buenos frenos, que sólo es apta para bici de montaña. De hecho, ese tramo de la ciclopista es una adecuación de un puente peatonal de los años sesenta, cuando la lateral del Periférico no existía.
Estela -ese era el nombre de la ciclista- pensó que quizá la ciclopista era un lugar, como su nombre lo indica, especial para ciclistas, que ahí estaría protegida, tristemente nadie le dijo que no se puede confiar ni siquiera en el nombre de las cosas, que el gobierno del DF tiene en poco la vida de los ciclistas y que la ciclopista recreativa de la ciudad de México desemboca ¡en una vía rápida!
Sentimos profundamente la muerte de Estela, una ciclista que posiblemente era inexperta, pero exigimos se aclare quien es el responsable del criminal trazado de la ciclopista y se finquen responsabilidades.